Fue en septiembre de 1984 fecha en que se fundó nuestra escuela, en un local destinado inicialmente para otros fines, pero la demanda educativa a nivel secundaria así lo exigía.
Se acredita al Prof. Artemio Amaro Gutiérrez como fundador y primer director de esta institución, con el apoyo de un grupo muy reducido de personal; 5 maestros frente a grupo y 3 de apoyo administrativo y manual. Varios maestros tenían que impartir hasta 4 asignaturas.
Inicialmente la escuela solo ocupaba el ala norte del edificio actual, lo que hoy son laboratorios de Física y Química. Esta fue construida en dos etapas; gracias a la gestión del personal directivo y docente, autoridades estatales, municipales y las aportaciones de los padres de familia. Posteriormente se construyeron la barda perimetral, oficinas administrativas, patio cívico y los salones del área central y sur.
No contaba la escuela con escudo y un nombre que la identificara, fue hasta el ciclo escolar 1987-1988 cuando se diseñó el escudo, retomando el glifo (entre el tule), representativo del municipio de Tultitlán, y en la parte central tres iconos representativos de la ciencia, el estudio y el trabajo; en un fondo naranja, rodeados por una franja, con la inscripción que a la letra dice: Escuela Secundaria Federal ES-354-123. En ese ciclo escolar, se propuso también a las autoridades educativas del estado, llevara el nombre del destacado escritor jalisciense “Juan Rulfo”; propuestas hecha por el maestro de español de ese entonces, Prof. Pablo Heriberto Clemente Raygoza, hoy subdirector de la escuela.
La primera generación egresó en junio de 1987 con dos grupos, pero en cada nuevo ciclo fueron aumentando hasta llegar a 6, mismos que se conservan desde 1991.
A lo largo de 26 años de historia, la escuela ha destacado en eventos internos, de zona, de sector, estatales y nacionales; en diferentes eventos como concursos de escoltas, oratoria, declamación, ortografía, poesía coral, eventos deportivos y de conocimientos.
El personal directivo, docente y de apoyo, valoramos lo que hasta se ha logrado; recordamos los tropiezos y obstáculos presentados en ese andar, pero estamos conscientes de que falta mucho todavía; hay que renovar cada año el compromiso: trabajar en beneficio de quienes motivan nuestra presencia en esta escuela, los alumnos.